DEVAN SHIMOYAMA
Creando un mundo paralelo con la cultura queer al frente, el artista estadounidense desde luego sabe cómo volver a contar la historia y captar la atención del público en el proceso.
El artista nacido en Filadelfia (1989) construye un mundo lleno de colores fuertes con escenarios fuera de este mundo. Crea un universo paralelo de fantasía donde es capaz de dejar volar su imaginación y, al mismo tiempo, producir un espacio seguro para hablar sobre justicia social y derechos humanos básicos. Sus obras unen la representación de la juventud queer negra, amigos suyos, escenas alegóricas y mitológicas, junto con la importancia de sus autorretratos, que son una reflexión de sí mismo y de su historia.
Cuando te encuentras con una obra de Shimoyama, la reconoces de inmediato, lo cual es un objetivo crucial en la carrera de un artista, ya que muestra personalidad, carácter y singularidad. Los colores vibrantes, el uso de purpurina y lentejuelas, destacando los rasgos faciales, el uso de serpientes, ojos y flores, el artista representa figuras que exudan coraje, fuerza y poder. Como una forma de decir: estos somos nosotros, existimos y no vamos a permanecer más en silencio y escondidos.
Haciendo todo lo anterior, cambia la manera en la que la historia se ha contado; les otorga a las mujeres y hombres negros un papel protagonista en la historia. Por esa razón vemos a Stheno -la hermana mayor de Medusa- en su obra Sustheno (2022), representada como mujer negra, rodeada de flores con ojos y serpientes en su cabeza, o en El Rapto de Ganimedes (2019) donde nos presenta a un hombre joven -¿él mismo?- siendo raptado por Zeus, quien se ha transformado en águila. Shimoyama juega con el Surrealismo y con nuestra mente; cuando pensamos que estamos viendo ojos, si miramos lo suficientemente cerca nos daremos cuenta de que en su lugar son joyas, como vemos en Autorretrato como Patti (2022), diamantes en vez de lágrimas como en Felicidad (2022), esto siendo posible gracias al uso del técnica mixta, donde trabaja con bisutería. Una persona andrógina aplicándose pintalabios como vemos en Toto Preparándose (2018) o una vampira soberana en Akasha (2021).
Devan Shimoyama dota a sus obras de glamour, fuerza y sensualidad y, simultáneamente, rinde homenaje a la cultura queer y a su herencia negra.