PICASSO Y LITTLE
Pablo Picasso, un icono en el mundo del arte, y John Little, un notable talento olvidado.
Un dúo que no nos esperábamos.
Pablo Picasso (1881-1973) y John Little (1907-1984) no son un dúo que esperábamos ver lado a lado en una exposición. Pero todo cobra perfecto sentido.
Ambos tuvieron carreras muy diferentes. Mientras Picasso es uno de los artistas más famosos e icónicos de todos los tiempos, Little es bastante menos conocido para el público general. Nacido en Alabama en 1907, fue amigo de profesionales del medio como George Grosz, Hans Hofmann, Lee Krasner y Jackson Pollock, entre otros, trabajando diseñando telas y papel tapiz en el negocio textil o como fotógrafo aéreo de la marina en 1942. Como pintor abstracto, el artista tuvo algunas exposiciones, su primera teniendo lugar en 1946 en el California Palace of the Legion of Honor en San Francisco. Lo mejor -y la razón por la que nos encanta que esta exposición esté ocurriendo- es que el arte de Little fue influenciado por Picasso. El artista español le inspiró en la producción de sus obras de finales de la década de los 40, como Sin Título 3 (1948) o Sin Título 4 (1948), que aparecen en esta publicación.
Presentado por la Galería Sager Reeves, la exposición junta a estos dos artistas creando una armonía perfecta. Los colores en las litografías de Picasso tocan, combinan y conectan con las composiciones de Little, casi como si necesitaras una para entender la otra. Este fenómeno es más evidente en obras como Femme Assise (1947; 1979-1982) y Side Winder (1960), Sin Título (1978) y Femme au Fauteuil Canne (20th Century; 1979-1982) o Sin Título N. 3 (1948) y Femme au Tablier Rayer Vert (1920; 1979-1982).
Haciendo esta exposición posible, la Galería Sager Reeves abre una conversación alrededor de John Little y su legado artístico, “utilizando” el enorme atractivo que suscita el nombre de Pablo Picasso se quiere atraer la atención del público. También asegurándose -de manera lenta pero segura- empezar a incorporar artistas a nuestro catálogo personal de los que no hablamos tanto, pero cuyas obras debemos valorar y cuidar.